Memoria escenificada de Sandoval de la Reina     (Continuación)      (Comedias)

Por D. Andrés Hernández Macías


 

 

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Concluye el
A C T O   S E G U N D O
---- cuadro primero ----

Escena 4ª

Dichos y Alguacil; luego vecinos

Alguacil.- Cumplido el encargo. (Ha entrado y se dirige al Alcalde.).-

Alcalde.- Muy bien; como ya han venido varios vecinos, puedes abrir la puerta, para que entren los pocos que puedan, y los demás desde el pasillo oirán lo que les voy a decir. Al mismo tiempo, los vecinos que tengan algún papel que se lo pasen al Sr. Cura.-

Alguacil.- Muy bien.
(Abre la puerta y, al mismo tiempo, dice:) Que pasen todos los que buenamente puedan; y los demás, como otras veces, desde aquí oirán lo que les van a decir; y, al mismo tiempo, todos los vecinos que tengan algún papel de los del pregón que se lo pasen al Sr. Cura. (Van entrando vecinos con el murmullo consiguiente; algunos dejan papeles en el sitio ocupa el Sr. Cura; éste, mientras habla el Señor Alcalde y en resto del acto, va examinándolos).-

Alcalde.-
(Hace sonar el timbre, se levanta y, ya todos en silencio, dice:) Os he reunido para daros cuenta de un asunto que a todos nos afecta y que para todos es sumamente grave. Se trata de lo que todos hemos oído sobre que Sandoval estuvo exento, después dejó perder el derecho y entró a pagar, luego el nefasto Melgosa quiso entrar a fiscalizar nuestros bienes y nos quieren exigir nuevo pago de tercias y que les paguemos las atrasadas desde hace veinte años hasta la fecha, con intereses.-

Vecino.- Pues hacer valer el derecho que nos asiste.-

Alcalde.- Si todo se pudiera arreglar así, encantados; pero eso no puede ser.-

Vecino.- ¿Porqué?

Alcalde.- Porque no tenemos el documento que nos concedía ese privilegio.-

Vecinos.- ¿Y dónde está?.-

Alcalde.- No lo sabemos. Hemos registrado todo y no lo encontramos.-

Otro vecino.- Que pague el que lo ha perdido.
(Hay un murmullo de los vecinos hablando todos entre sí, y el Sr. Alcalde hace silencio.)

Alcalde.- ¡Silencio! De esto todos somos culpables y ahora ya no podemos culpar a nadie. Si os he pedido que traigáis todos los papeles que tengáis, es para que los examine el Sr. Cura y vea si alguno de ellos hace referencia a lo que nos interesa, y poder obrar en consecuencia. Y lo hace él porque si a vosotros se os encarga, la mayoría no sabrá de qué se trata, aunque lo tenga en su poder.
(Nuevo murmullo de los vecinos y nuevo silencio; el Alcalde, continúa:) A ver si puede ser que nos entendamos. Continúo. Hoy se ha presentado el Recaudador, que quería cobrar todo. Mas le hemos hecho ver que ni embargándonos todas nuestras haciendas podría cobrar.-

Vecinos.- ¿Cuánto es?.-

Alcalde.- Por el Sr. Recaudador se nos reclama la cantidad de 45.000 pesetas que se adeudan al Estado por anular el contrato del Sr. Melgosa, que quería entrar a fiscalizar las tercias; y por esa tercera parte de los granos recogidos y animales recriados en veinte años, más el interés del 8%, en total, 51 millones y pico.-

Vecinos.- Imposible. ¡Dónde va parar! Eso no hay quien lo pague. Que nos maten.

Alcalde.- Calma, señores. Eso mismo le hemos dicho nosotros y, por fin, ha quedado en que paguemos en cinco años.-

Varios.- Tampoco podremos.-

Alcalde.- Efectivamente; es muy difícil que podamos pagar, mas no imposible, y confiemos en que Dios nos ayude.
(Según va diciendo estas palabras hay un nuevo murmullo menos fuerte que los anteriores y que cesa al decir:) Mientras, hemos acordado: 1º. Ver si podemos encontrar un nuevo papel en que podamos basarnos para hacer una reclamación en regla. 2º. Que vayan en comisión al pueblo de Villaveta el Sr. Secretario y "el Vivo", pues al parecer dicho pueblo está en iguales condiciones que nosotros y tal vez, haciendo conjuntamente la reclamación, podamos hacer más fuerza. (Nuevo murmullo que continúa hasta que aparece el papel y habla el Sr. Cura.)

Secretario.-
(Al Sr. Cura:) ¿Qué? ¿Aparece algo?.-

Sr. Cura.- Positivo nada. Hay aquí dos papeles, que tal vez nos puedan ayudar algo, pero el principal, no.-

Secretario.- Entonces, ¿podemos terminar la reunión?.-

Sr. Cura.- Pues, sí... Que lleven estos papeles; yo me quedaré con estos dos, y pueden marchar.-

Niño.- ¡Padre, padre!.-

Vecino X.- ¿Qué quiere ese mocoso?

Vecino.- Que trae unos papeles que le ha dado su madre.-

Vecino X.- ¿Para qué?.-

Vecino.- ¡Otra! Pues será para ver si hay algo de eso del pregón.-

Vecino X.- ¿Pero cómo van a estar en mi casa, si apenas sé leer?.-

Sr. Cura.- ¡No importa! Trae acá, para que lo veamos. (
Se los entrega, sigue el murmullo, que se va apagando conforme el Sr. Cura va leyendo y refleja en su cara alegría que le produce la lectura; todos le miran expectantes hasta que se levanta y dice:) ¡Alegría, señores! Creo que hemos encontrado lo que queríamos. Hay indicios de que Sandoval podrá hacer valer los derechos que le asisten.-

Todos.- Bien, bien ¡Hurra!
(Se oyen aplausos y una voz que dice:) ¡Viva! el Sr. Cura.-
 

T E L Ó N
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Fin del
A C T O   S E G U N D O
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           Continúa...  

Autor: Andrés Hernández Macías - 1957