Biografía de Pedro Ortega, redactada por su hijo Fermín Ortega, con algunos datos complementarios recogidos en Sandoval de la Reina.

Sandoval de la Reina, día 13 de Mayo de 1925, nace Pedro Ortega Ruiz, hijo de Ricario y Valeria.

Se casa con Emilia de la Hera Ruiz el 12 de noviembre de 1949.

De profesión labrador. Son años de muchas penurias después de la guerra civil.

En el año 1958 le proponen ser alguacil del ayuntamiento. Acepta. Su cometido es convocar y avisar a los vecinos para distintos trabajos comunales y otros asuntos acordados por el ayuntamiento.

En los años 1960, un secretario, don Moisés Arroyo, compra un tambor y una gorra de segunda mano, que entrega a Pedro para ser utilizado cuando se dan los bandos por los distintos barrios del pueblo. Recuerdan en el pueblo cómo, cuando daba los bandos, le seguía una cuadrilla de chiguitos en plan festivo.

Además de su cometido como alguacil, se encarga de tocar las campanas, tocando el ángelus, maitines, muertos, etc. Algunas veces, se le paga por la limpieza de calles y abrevaderos.

Acompañaba al veterinario a vacunar a los cerdos y caparlos.
Cuando una vaca se ponía de parto y venía mal el ternero, la ayudaba.

Si se rompía una pata una vaca, con unos parches de pez la arreglaba, e incluso se desplazaba para este fin a distintos pueblos de la comarca.

Una vez reducida la fractura o colocada de la mejor manera, la escayolaba con unos sacos a los que aplicaba pez caliente que, al enfriarse, inmovilizaba la fractura. Tras 43 o 44 días, los sacos, con la fractura ya curada, se caían. A veces le traían en camión vacas buenas de leche con fracturas desde Santander, Torrelavega y Reinosa, entre otros sitios, para que las curara, porque nadie sabía hacerlo.

El de las vacas espicadas era otro problema que sabía resolver.

Una vaca espicada es la que presenta una luxación escápulo humeral, la dislocación de una pata delantera. Este era un problema mayor en el caso de las vacas de trabajo, pues las dejaba inútiles para esta labor. A Pedro Ortega le enseño a meter huesos un curandero* que hubo anteriormente en Sandoval de la Reina. Una vez vinieron seis veterinarios de la Facultad de Veterinaria de Madrid, invitados por el veterinario de Sotresgudo, a ver cómo hacía Pedro esta operación.

* Seguramente, el maestro de Pedro Ortega fue Faustino Vegas Lastra (1881-1956), natural de Peones de Amaya, que trabajó de pastor en Sandoval de la Reina donde falleció. Faustino se distinguió, en el contorno de Sandoval y más lejos, por entender de curar el ganado en general (fue uno de los curanderos de ganado que ha tenido Sandoval de la Reina). Una de sus técnicas más afamadas era en ganado vacuno con luxación escápulo-humeral (espicado); manipulaba la articulación y acababa dando un golpe con un martillo de madera sobre una boina apoyada sobre dicha articulación, con lo que reducía la luxación.

En los años 1960, se inauguró el Teleclub en un local que estaba al lado de la iglesia y que hoy ya no existe. Tenía un salón con televisión y libros que se prestaban; en el otro salón se proyectaban películas y se hicieron algunas obras de teatro. El encargado de abrirlo era el Sr. Cuesta y, cuando se fue del pueblo, se cerró.

A principios de los años 1970 se le propuso a Pedro poner el bar y el televisor en lo que había sido la escuela de los chicos. En esos años el teléfono público lo tenía Cirilo García y sus hermanas; al marcharse ellos del pueblo, se instaló en lo que había sido la vivienda del maestro, a cambio se le dio a Pedro la vivienda para atender el teléfono.

Pedro organizaba bingos multitudinarios en el Teleclub en verano; el bar se llenaba de gente hasta la bandera para jugar; hasta tal punto quedaron en la memoria colectiva aquellos bingos tan divertidos por la forma de Pedro de llevarlos que, pasados los año, en las fiestas de verano, se retomaron los bingos a los que la comisión de fiestas bautizó como bingo popular estilo Pedro.

Pedro siempre estaba con el palillo en la boca.

Pedro dejó el bar en 1988.

En diciembre de 1988, fallece Emilia y siete años más tarde Pedro.