Faroles del Viático
¡Cuántas despedidas presenciaron en Sandoval de la Reina!
Estos faroles, que portaban velas encendidas, eran llevados por la comitiva que acompañaba al sacerdote cuando iba a administrar el Viático, o sea, la administración de la comunión a los moribundos para que los ayude al partir de la vida terrena. La extremaunción o unción del los enfermos con el óleo sagrado se administra después de la confesión y antes del Viático.
No conocemos apenas detalles de aquellos acompañamientos, ni el rito, ni las costumbres, ni si iba todo el pueblo o solo algunas personas, si era general o solo los usaba la Cofradía de las Ánimas. El hecho de llevar las velas en faroles tenía, además de contribuir a la solemnidad del momento, el objeto práctico de proteger las velas del viento, pues gran parte del recorrido se hacía a cielo abierto.
Al pie de esta página se reproduce una lámina tomada de wikipedia, basada en un dibujo realizado alrededor de 1844, que puede darnos una idea clara de cómo era la comitiva llevando los faroles y al sacerdote con el portaviático. Los faroles se portaban sujetos con un mástil que permitía que estuvieran algo por encima de las cabezas de la gente.
El capítulo 6º de la regla renovada en 1957 de la Cofradía de Ánimas de Sandoval de la Reina, a este respecto dice:
Cuando alguno de los Hermanos enfermare, se le ayudará a que reciba a tiempo el Santo Viático y cuando le sea administrado –en testimonio de piedad y hermandad–, le acompañarán con sus oraciones los Cofrades, yendo junto al Santísimo los cuatro de la Junta o, a falta de ellos, los primeros que lleguen, con hachones encendidos y portando uno el estandarte blanco.
En el escrito sobre las campanas de Sandoval de la Reina, el autor escribe:
A los monjes la campana los avisaba al coro, al refectorio, a la huerta y al trabajo y cuando agonizaba uno servía para llamar a los demás a la compañía del moribundo ó al rezo de una plegaria por su alma, y así se extendió a la vida parroquial...
Había, sin duda, un toque de campana para el viático, como lo había, por ejemplo, en Guadilla de Villamar.
