Dichos gastronómicos en Sandoval, sentencias, creencias, ...
Un credo y una salve
Para hacer unos huevos pasados por agua, vale con rezar, mientras están hirviendo al fuego, un credo y una salve. Así pasan los 3 minutos necesarios, y no más, para que se hagan.
Seco como la cebolla
¡Estás seco como la cebolla! - Tienes poco pensamiento, pocas ideas.
Dicho de recogido de José Fuente en 2017.
El pan con ojos....
El pan con ojos, el queso sin ojos y el vino que salte a los ojos.
Es decir, el vino con aguja, con respe.
Dicho oído en Sandoval el 31/01/2017.
Titos y garbanzos
Dice Amonario Pérez que los titos combinaban mal con la carne y que le gustaban más con aceite u otros productos que cuadraban más con la Cuaresma. Tal vez fuera porque los titos se comían los viernes y, antes, este día y en Cuaresma no se podía comer carne.
De los garbanzos dice que, generalmente, se comían solo los días de fiesta.
Recogido el 14/01/2017.
El perro del hortelano, que ni come berza ni deja comer
Versión de este popular refrán, recogida de Fidel Fontaneda el 06/12/2012
Oveja que bala en prado verde, bocado que pierde
Oveja que resbala en prado verde, bocado que pierde
Aportaciones de Fidel Fontaneda en 2012. Expresión espontánea.
No comer por haber comido es mal de poco peligro
Dicho tradicional en Sandoval.
¿Porqué te quedaste ruin? - Porque no me sembraste por San Martín
Se refiere a cuándo conviene sembrar los ajos.
(fuente: José Fuente 08/11/2015)
Tontos los de Campos, que dan dinero por cascos
Dicho oído en Sandoval sobre las nueces: se refiere a que había gente de Tierra de Campos que venían a comprar las nueces por nuestros lares.
(fuente: Amonario Pérez 17/10/2015)
Estar a las crudas y a las maduras
Por estar a las duras y a las maduras.
(fuente: Guadalupe Pérez 14/05/2014)
Por la Cruz la viña reluz
Porque a partir del 3 de mayo (la fiesta de la Cruz), la viña empieza a brotar.
(fuente: Amonario Pérez 30/04/2017)
Panadero eres y a por pan vendrás
Es un refrán oído en Sandoval, equivalente o similar a «arrieritos somos y en el camino nos encontraremos». Es como «al final ya vendrás y te pescaré, porque tienes que venir a casa a comer».
(fuente: Vicente Domingo; se lo decía su madre a Vicente de niño, cuando hacía una trastada y no quería entrar en casa por miedo al castigo; 16/09/2018).
Con torta y moza, no quiero ni pan ni mujer
Es un refrán oído en Sandoval de la Reina y Acedillo, que parece querer poner de manifiesto la ricura de la torta de aceite, que se hace en las panaderías de la comarca.
Una variante, oída a Amonario Pérez el 11/01/2020 y que también está recogida en Quintana del Pidio , en sus «Cuadernos de Salegar» es:
Con tortas y mozas, se pasa el hombre sin pan y sin mujer.
Y en Quintana del Pidio: Con torta y moza, pasa el hombre la vida sin pan ni mujer.
(fuente: Amonario Pérez el 27/10/2019 y corroborada unos días más tarde por un natural de Acedillo)
Dejar el pan boca abajo, ¡es pecado!
Antes se consumían más hogazas de pan que barras o bobos (un tipo de pan).
Unas de las primeras veces que estuve en casa de mis suegros, en Sandoval de la Reina, en 1979, se me ocurrió llevar a la mesa puesta una hogaza de pan para la comida. La puse boca abajo y fue automático, le dieron la vuelta horrorizados y me dijeron que si no sabía que, dejarla como la dejé, ¡ era pecado !
No lo sabía, pero no se me ha olvidado. Lo oí algunas veces más
en la comarca.
(fuente: Rafael Alonso de Motta, oído varias veces a lo largo de los años)
Lentejas, las mil y quinientas
En Sandoval de la Reina, a las lentejas se les llama también las mil y quinientas.
Lo contaba Amonario Pérez el 8 de diciembre de 2016 y decía que lo mejor para adelgazar era coger del suelo, una a una, dos quilos de lentejas.
Esto viene ratificado por el Dicccionario de la Lengua Española, que certifica que, coloquialmente, a las lentejas se les llama las mil y quinientas.
También lo recoge el Diccionario de la Lengua Castellana de 1899, publicado por la Real Academia Española, figurada y familiarmente, por la cantidad de ellas que entran en una escudilla de potaje.
El periódico Vanguardia, de Cohauila (México), en el artículo «A la mesa con don Quijote», de 2 de julio de 2016, firmado por Juan Antonio García Villa, dice: En los tiempos de Cervantes y aun antes, las lentejas, llamadas popularmente las mil y quinientas o también las once mil vírgenes, eran consideradas como una pésima comida y se creía que producían malos sueños y predisponían a la demencia.
José Santos Torres nos recuerda que:
[...] así se expresó también el médico Arnaldo de Vilanova en su Libro De Medicina, publicado en Granada en 1519: «El gobierno de las lentejas engendra mucha melancolía, e turba mucho el ingenio». Llamadas vulgarmente las once mil vírgenes en Andalucía y las mil y quinientas en Castilla, fueron, sin duda, las causantes de la locura de Don Quijote, que, entre ellas y los libros de caballería, acabaron por sacar de quicio el entendimiento más fino y bien templado que tuvo hombre en el mundo.
Con sopas de ajo engordan las muñecas
Dicho sandovalés con doble sentido.
Se refiere a que, para comer las sopas, hay que girar muchas veces la muñeca para llevarse la sopa a la boca.
(fuente: espontáneamente Reyes, Guadalupe y Juan Carlos Pérez Hurtado 10/01/2020, este día mientras comían sopas de ajo)
He cogido las tres continuas, hambre, sed y cansancio
Decían, a la vuelta, los cazadores cuando iban a cazar y no cogían nada.
(fuente: Amonario Pérez, 23/08/2019)
Esta expresión aparece en la novela Inés o la hija de la caridad (1878), de Faustina Sáez de Melgar:
¿No te sientas? Virgilio, yo no puedo llegar a casa sin tomar aliento; hemos andado tres leguas lo menos ¿y para qué? Para traer las tres continuas, -hambre, sed y cansancio-, dijo el más grueso de los cazadores, que era un caballero muy simpático, de unos cuarenta años, de aspecto franco, alegre y bonachón.
capítulo I, pg 8
Dicho de Sandoval de la Reina, que significa que «tengo ganas de hacer de vientre».
(fuente: Amonario Pérez; 06/05/2018)
El que come sopas con pan, es el tonto 'e Sandoval
(fuente: Guadalupe Pérez 19/05/2024)
Caracoles, los de abril para mí, los de mayo para mi amo
Los caracoles de abril salen cuando empiezan las lluvias y ya no hace tanto frío. Pasaron el invierno sin comer y tienen el aparato digestivo casi vacío. Los de mayo ya han tenido tiempo de comer bien de verdín, yerba, y ya no serían tan buenos.
(fuente: Guadalupe Pérez 07/04/2024)
Cuando se sirve a la mesa un plato, por ejemplo un caldo con sopa, que está muy caliente y sorprende porque quema al llevárselo a la boca. Es casi una exclamación: ¡Esta comida sabe a lo que no se ve! (¡quema!).
El comensal no sabe que la comida está quemando, porque la temperatura del alimento no es evidente a la vista.
(fuente: oído decir varias veces a Amonario Pérez sentados a la mesa)