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Sandoval en la enciclopedia Espasa Calpe

Reproducimos aquí las entradas sobre «Sandoval» que aparecen en la:

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana Espasa Calpe. Edición 1926. Tomo LIII

Abajo se reproducen en texto las entradas que aparecen en la enciclopedia.

     

 

 

 

 

 

Sandoval (Geog.)

Aldea de la provincia de Málaga, municipio de Moclinejo.

Sandoval (Geog.)

Barrio de Cuba, en la provincia de Camagüey, municipio de Morón.

Sandoval (Geog.)

Aldea de los Estados Unidos, en el Illinois, condado de Marion; 1768 habitantes según el censo de 1920 ||
Condado en el estado de Nuevo Méjico; 3871 millas cuadradas inglesas y 8863 habitantes según el censo de 1920.

Santa María de Sandoval (Saltus-novalis). Geog.

Importante abadía cisterciense en el lugar de Villaverde de Sandoval [León] y en la confluencia del Porma con el Esla, a 10 km de León y otros tantos de Mansilla. Fue fundado en 1167 por Pedro Ponce de Minerva y su esposa doña Estefanía Ramírez, en los terrenos que veinticinco años antes le concediera el emperador Alfonso VII en premio a sus servicios. Ofreciolo a Fray Diego Ramírez de Villamayor, cisterciense de La Espina, que con otros monjes se posesionó de él el 30 de enero de 1171. Carece de fundamento la especie de haberle movido a fundarlo el ejemplo que le hubiera dado su esposa, erigiendo a Carracedo mientras estuvo cautivo en Marruecos, y a raíz de haber sido reconocido por ella, lavándole como a cualquier otro peregrino, a su regreso y pasó por aquel monasterio y hospital, pues Carracedo no tuvo existencia hasta nueve años después, en 1176. Don Ponce continuó favoreciéndolo y su hijo Ramiro emuló sus ejemplos donando a los monjes las poblaciones de Santa Eugenia, Villamoros, etc. Ambos están enterrados en la iglesia y, con ellos, otros insignes bienhechores, como los condes don Nuño y don Diego; el señor de Almanza, Lope Díaz y su mujer, doña Juana de Haro; los señores de Fuentes, etc. Fue de los más poderosos e ilustres, y muy observante. En 1486, el abad Andrés de León y sus monjes espontáneamente solicitaron reforma e incorporación a la Congregación de Castilla, unión que confirmó Inocencio VIII, el 15 de mayo del mismo año. En 1592, en la fiesta misma de San Bernardo, hubo un amago de incendio, del que solo se libraron milagrosamente. Pero el 5 de agosto de 1615, los edificios clausurales fueron totalmente arrasados por voraces llamas. Pensose entonces trasladarlo a León, pero en atención a los bienhechores allí enterrados, se abandonó el proyecto, siendo prontamente restaurado. De lo antiguo, pues, salvo la iglesia, apenas queda rastro. Por el Cartulario, conocemos algunos de los maestros que trabajaron en el templo: Dominicus (1202-03), Micael (1206), fray Joan (1235), Nicolás el monje (1248) y Johan Peláez (1262). Quedó sin concluir hasta el siglo XV, añadiéndola, en 1462, el abad Pedro de la Vega, dos tramos a los pies. Resulta de planta muy desproporcionada; tiene tres naves y crucero poco señalado, con tres ábsides semicirculares. Tipo románico de transición con algunas características regionales. El claustro grecorrománico, la sacristía muy buena, todo de la primera mitad del siglo XVII, a raíz del indicando incendio.

Bibliografía: Yepes, Crónica General de la Orden de San Benito (Valladolid, 1721); Lampérez, Historia de la Arquitectura Cristiana (t. II, Madrid, 1909).

Sandoval de la Reina (Geog.)

Municipio de la provincia de Burgos, con 278 edificios y albergues y 533 habitantes, según el censo de 1910. Se compone del lugar de su nombre y de 10 edificios y albergues aislados con 13 habitantes. El censo de 1920 le asigna 487 habitantes. Corresponde al partido judicial de Villadiego, diócesis de Burgos y está situado en una llanura, con pequeñas lomas, regada por el Odra, en la carretera de Burgos a Villadiego. Produce cereales, vino y hortalizas; cría de ganado.

Alonso de Sandoval (Biog.)

Jesuita español, nacido en Sevilla en 1576 y muerto en Cartagena de Indias en 1652. Habiendo ido al Perú con su familia siendo muy joven, entró en la Compañía en el noviciado de Lima. Años adelante, siendo ya sacerdote, fue destinado a Cartagena, dedicándose enteramente a catequizar a los esclavos negros que, procedentes de África, eran allí desembarcados en gran número, de los cuales bautizó, en siete años, más de 30 000. En este penoso ministerio tuvo por ayudante y sucesor a san Pedro Claver. Escribió una obra: Naturaleza sagrada profana, costumbres y ritos, disciplina y catecismo evangélico de todos los etíopes (Sevilla, 1627) y tradujo la Historia de la vida del P. Francisco Xavier y de lo que en la India hicieron los demás Religiosos de la Compañía de Jesús (Sevilla, 1619), compuesta el portugués por el padre Juan de Lucena. Su nombre figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua, publicado por la Academia Española.

Bibliografía: Cassani, Historia de la Provincia de Nueva Granada (pgs. 459-470); Saldamando, Los antiguos jesuitas del Perú (pgs. 364-366).

Bernardino de Sandoval (Biog.)

Canónigo y escritor español de la segunda mitad del siglo XVI. Publicó: Tratado del cuidado que se debe tener de los presos (Toledo, 1564) y Tratado del Oficio Eclesiástico Canónico (Toledo, 1568).

[Nota web de Sandoval: A Bernardino de Sandoval se le considera uno de los tres pioneros del humanismo y espiritualidad en el mundo penitenciario, junto con Cerdán de Tallada y Cristóbal del Chaves. Bernardino nació en Toledo en 1483 y fue maestrescuela de su catedral.]

Diego de Sandoval (Biog.)

Poeta español, conde de Castro, que vivió en la primera mitad del siglo XV. En la época del rey Juan II fue nombrado adelantado mayor de Castilla y aquel monarca le concedió el título de conde de Castro. Después pasó al servicio de Alfonso V de Aragón, al que acompañó a Italia. Compuso algunas poesías que figuran en el Cancionero de 1511.

Francisco Sandoval (Biog.)

Escritor español de la primera mitad del siglo XVII, nacido en Palencia. Fue canónigo de la catedral de su ciudad nativa y abad de San Salvador. Se contó entre los poetas y eruditos de la época y escribió las siguientes obras: Celidón de Iberia (1630); la Gigantomaquia (Zaragoza, 1630), poema en estilo hiperbólico y abundante en rasgos de mal gusto, pero que contiene, no obstante, pasajes agradables. Esta obra va acompañada de diversas poesías sueltas del mismo autor. Se le debe, además: Noticias de España. San Antonio español (Valladolid, 1633).

[Nota de la web de Sandoval: Celidón de Iberia y la Gigantomaquia, son poemas épicos.]

Gonzalo de Sandoval (Biog.)

Militar español de principios del siglo XVI. En 1519 vivía en Sancti-Spiritus (Cuba) y, al pasar por allí Hernán Cortés, que se dirigía a la conquista de Méjico, solicitó y obtuvo formar parte de la expedición. Cuando Pánfilo de Narváez llegó a Méjico con la misión de prender a Cortés, Sandoval se apoderó de los hombres que aquel enviara para notificarle el mandato y los entregó a Cortés. Posteriormente, este le nombró alguacil mayor de Veracruz, cargo que desempeñó a entera confianza de su jefe, al que acompañó más tarde a la América Central. Desempeñó allí las más arriesgadas y difíciles comisiones; recorrió gran parte de aquellos vastos territorios, pobló el de Naco (Honduras) y se comportó siempre con tanta valentía como habilidad y benevolencia, evitando muchos conflictos a Cortés, al que sirvió siempre con lealtad.

J. Daniel Sandoval (Biog.)

Compositor guatemalteco, nacido en San Marcos en 1866. A los once años ingresó en la banda de música de su ciudad natal, al mismo tiempo que proseguía sus estudios, siendo nombrado posteriormente director de la banda marcial. A causa de los acontecimientos políticos de 1897 emigró a Tapachula, donde formó una orquesta, volviendo a su patria en virtud de la amnistía decretada por Estrada Cabrera. Es compositor inspirado y fecundo, y sus obras se distinguen por el colorido y sabor nacional. Ha compuesto gran número de valses, polcas, mazurcas, canciones, pasodobles, marchas, como también música religiosa.

José León Sandoval (Biog.)

Político nicaragüeño, de mediados del siglo XIX. En 1845 fue elegido jefe del Estado. En los primeros días restableció la publicación del periódico del Gobierno con el nombre Registro Oficial. Era Sandoval un hombre honrado pero con poca ilustración y, debido a esta causa, fue la suya una administración de circunstancias, teniendo que valerse de las contribuciones forzosas para arbitrar fondos. Durante su periodo se efectuaron muchos confinamientos y se aplicó con frecuencia la pena capital; disminuyó los fondos de instrucción pública para auxiliar la construcción de templos en Granada, suspendió el juicio por jurados, aumentó a tres el número de ministros del Estado y trasladó a Granada la residencia del gobierno. Entre sus decretos, tal vez injustificados, figura el del 9 de agosto de 1845, en que se declaraba «fuera de la ley» a todos los que pertenecieron a las huestes del general Morazán y se encontrase en el territorio del estado ocho días después de publicada aquella ley. El periodo de la administración de Sandoval se pasó en continuas agitaciones, cosa que era de esperar dado el lastimoso estado en que qudó el país después de la guerra de 1844, siendo de todos los movimientos revolucionarios el principal aquel que acaudilló José María Valle (a) Chelón. Durante su periodo celebró tratados de amistad con El Salvador y Honduras y en ellos se reconoció la necesidad de reconstituir el gobierno confederado, viniendo en 1847 a trabajar por la misma causa que personificó Gil Morazán, a cuyos adictos persiguió al principio de su gobierno. También, durante su periodo, se introdujo en Nicaragua el cultivo del café. El 12 de mayo de 1847 terminó el periodo constitucional de Sandoval y se hizo cargo del poder Miguel R. Morales.

Manuel del Canto y Sandoval (Biog.)

Benedictino español de la abadía de San Salvador, de Celanova, autor de la obra Ordinem perpetuum recitandi, ac Missas celebrandi pro omnibus utriusque sexus sub regula et congregatione Sancti Benedictini in Hispaniorum regnis militantibus.

[Nota de la web de Sandoval: Preliminares de la obra fechados en Madrid, 1677.]

Prudencio de Sandoval (Biog.)

Historiador y prelado español, nacido en Valladolid antes de 1560 y muerto en Estella (Navarra) el 17 de marzo de 1621. Sus padres, Fernando de Vivar y doña María de Sandoval, eran originarios de Portugal. Tomó el hábito de la orden de San Benito en 1569 en el monasterio de Santa María de Nájera. En su orden ejerció algunos cargos y obtuvo el grado de maestro en teología, pero sus aficiones a los estudios arqueológicos e históricos le llevaron a descubrir buen número de antigüedades civiles y eclesiásticas, que dio a conocer en sus diferentes obras. Por su talento le concedió Felipe III la abadía de San Isidoro, el obispado de Tuy (1608) y el del Pamplona (1612). Fue procurador de su orden en la corte y obispo electo de Valladolid y Zamora. Obtuvo el nombramiento de cronista regio, con el encargo de continuar los trabajos de Florián de Ocampo y Ambrosio de Morales, relativos a la historia de España. Pero no se limitó a preparar tal continuación, antes bien, parece que aspiró a ser el sucesor de Mariana. Se le debe: Historias de Idacio, que escribió poco antes de que España se perdiese; de Isidoro, obispo de Badajoz; de Sebastián, obispo de Salamanca; de Sampiro, obispo de Astorga; de Pelagio, obispo de Oviedo, nunca hasta ahora impresas, con otras notas tocantes a estas Historias y reyes de ellas (Pamplona 1615 y 1634). Antigüedad de la ciudad e iglesia de Tuy y de los obispos que se sabe haya habido en ella (Braga, 1610); Chrónica del ínclito emperador de España don Alonso VII deste nombre, rey de Castilla y de León, hijo de Ramón de Borgoña y de doña Hurraca, reina propietaria de Castilla (Madrid, 1600); Historia de los reyes de Castilla y de León, don Fernando «el Magno», primero de este nombre, infante de Navarra; don Sancho, que murió sobre Çamora; don Alonso secto desde nombre; doña Urraca, hija de don Alonso sexto; don Alonso séptimo, emperador de las Españas, sacadas de los privilegios, libros antiguos, memorias, diarios, piedras y otras antiguallas con la diligencia y cuydado que en ello pudo poner... (Pamplona, 1615 y 1634; Madrid 1792), y Vida y hechos del emperador Carlos V. 1ª Parte (Valladolid, 1604); 2ª Parte (Valladolid, 1606), reimpresas en Pamplona en 1614 y 1634, la segunda vez con el título de Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V (Barcelona, 1625; Madrid, 1675; Amberes, 1681 y Madrid 1847-49). Tradujo del latín La regla y instrucción que san Leandro, arzobispo de Sevilla, dio a su hermana santa Florentina, de la vida y observancia de las monjas, sacadas de las reglas de San Benito (Valladolid, 1604). Escribió también las siguientes obras: Primera parte de las fundaciones de los Monasterios de San Benito (Madrid, 1601); Catálogo de los obispos que ha tenido la Santa Iglesia de Pamplona desde el año de 80, que fue el primero della el Santo Mártyr Fermín, su natural ciudadano. Con un breve sumario de los Reyes que en tiempo de los Obispos Reynaron en Navarra, dando Reyes varones a las demás Provincias de España (Pamplona, 1614); Historia de la fundación del Monasterio de Santa María la Real de Nájera, de la orden de San Benito, manuscrito; De los tres santos hermanos san Leandro y san Isidoro, arzobispos de Sevilla, y san Fulgencio, obispo de Cartagena. de la que da algunas noticias Nicolás Antonio, pues se ha perdido. En la Biblioteca Nacional existen los siguientes manuscritos con su nombre: Castigos que hizo contra brujas en Navarra Baja; Crónica del emperador Alfonso VII con la descendencia de algunos librejos de España, y Tratado de los Sandovales. Su Historia de Carlos V es una de las mejores que se han escrito, por la abundante información y exactitud de la misma, aunque tal vez peque de algo ditirámbica. Robertson la consultó casi exclusiva mente para escribir su Historia de Carlos V. La obra de Sandoval da mucho mejor a conocer a Carlos V y la época de su reinado que el elegante y filosófico compendio escrito por el autor inglés; y los extranjeros, que tanto aplauden a Robertson por su Historia debieran preferir a ella una simple pero fiel traducción de la de Sandoval. Está enterrado en la capilla de las Reliquias en la Iglesia Catedral de Pamplona.

Bibliografía: Cejador, Historia de la lengua y literatura castellanas (vol. IV, pgs 193 y 194, Madrid, 1916); Nicolás Antonio, Biblioth. Hisp. Nova (vol. II, pgs 255-57, Madrid, 1788); García-Valladolid, Datos para la historia biográfica de la ciudad de Valladolid (vol. II, pgs 413 y 414, Valladolid, 1894).

Adolfo Sandoval y Abellán (Biog.)

Literato español, nacido en Oviedo el 5 de julio de 1870. Siendo aun estudiante en la universidad, se dio a conocer por su erudición y elocuencia, tomando parte en varias discusiones en el Ateneo acerca de historia y literatura. Licenciado en derecho, pasó luego a Madrid, donde cursó la carrera de filosofía y letras y, además, la de archivero. Con estos estudios simultaneó los de música, en la que tuvo por maestros á Vázquez y Zubiaurre en Madrid y á Saint-Saëns en París; llegando a ser pianista y compositor notable. Comenzó a escribir muy joven, cuando apenas contaba quince años y, después, trasladado a la corte, colaboró en el Revista Madrid, en la que publicó interesantes estudios y en la Revista Contemporánea, dando, además, en un centro católico una serie de conferencias sobre le Renacimiento que llamaron la atención de las personas cultas. Ha viajado por casi toda Europa y, especialmente, por España y, dentro de esta, las ciudades castellanas que visita frecuentemente. Su obra más conocida es Isabel Pacheco (Madrid, 1925) que ha sido traducida ya a varios idiomas. Entre sus demás producciones mencionaremos: Estudios históricos de la Edad Media; Santa Catalina de Siena; Estado actual de la cuestion romana; Página de la historia de Italia en el siglo XIV; Centenario de la Revolución francesa; Girolamo Savonarola, su vida, su tiempo, su obra; Lacordaire; Paisajes espirituales; A la sombra de la Catedral; El libro de las evocaciones; Rayo de luna; La gran reveladora; El brazo de la raza; El siglo XIII; Ángeles caídos; Toda hermosa; Ante todo lo amado; Un destino trágico; Novela de un corazón, e infinidad de folletos, artículos y conferencias. Entre sus obras musicales destacan un trío para piano, violín y violoncelo; el poema sinfónico A Ávila, aplaudido en muchos conciertos, música religiosa y de camera, etc.

[Nota de la web de Sandoval: Oviedo, 1860 - Madrid, 1945. Escritor, historiador, biógrafo, concertista y compositor de piano, colaborador en prensa, poeta, autor de varias novelas. Publicó una extensa obra.]

Arturo Sandoval y Abellán (Biog.)

Sacerdote y orador sagrado español, nacido en Oviedo en 1874. Como su hermano Adolfo, se distinguió por la precocidad de su inteligencia y, cuando estudiaba en el Seminario Conciliar de Oviedo, tomaba parte en todos los actos públicos. Ordenado de sacerdote, después de desempeñar algunos cargos de menos importancia, fue nombrado profesor de filosofía de aquel seminario y luego, en reñidas oposiciones, canónigo de la catedral ovetense, donde aun continúa (1926). Sandoval es notable orador y hombre de gran erudición, habiendo reunido importantes materiales sobre historia y arqueología, que su excesiva modestia le ha impedido publicar.

Manuel Sandoval y Cutolí (Biog.)

Poeta y literato español, nacido en Madrid el 1º de enero de 1874. Estudió la carrera de abogado, licenciándose en 1896, y casi al mismo tiempo la de filosofía y letras, en la que se doctoró en 1897. Al año siguiente, obtuvo por oposición la cátedra de retórica y poética del Instituto de Teruel, enseñando después en los de Soria, Burgos, Córdoba y, por último, en el de Toledo, donde tiene a su cargo la cátedra de historia de la lengua y literatura castellanas (1926). En 1907 fue elegido académico correspondiente de la Española, que le cuenta hoy entre sus individuos de número. Pertenece, además, a la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba y, contando solo veintiún años, publicó el poema Prometeo, que prologó Ferrari y fue muy bien acogido por la crítica. En el prólogo que Jacinto Octavio Picón puso a otro de los libros de este poeta, le juzga así: «Tengo a Sandoval por poeta muy penetrado del espíritu de nuestra raza y sin mezcla alguna de elemento extraño. Antes impresiona y deleita con lo que pinta que con lo que siente; su potencia descriptiva presta alma a las cosas y da plasticidad al pensamiento; traza y colora con tal energía lo visto por sus ojos o forjado por su imaginación, que deja en la mente ese rastro que la lleva desde la visión de lo material a las ideas y sentimientos por ella sugeridos: la llanura de surcos que el sol caldea no en sus versos el abrasado escenario donde trabajan los segadores; pero con tan intenso realismo presenta el cuadro, que las figuras puestas en él parece que respiran, y sobre el vaho de los terruños, por las doradas aristas de paja, vemos caer el sudor y las lágrimas, que mueven a piedad. Así la poesía infunde alma a la materia y saca de ella la luz divina de la idea.» Otras obras de Sandoval: Aves de paso (Madrid, 1904); Cancionero (Madrid, 1909); Musa castellana (Madrid, 1911); De mi cercado, que obtuvo el premio Fastenrath (1912); Renacimiento (Madrid, 1915); El abogado del diablo, prosa (Madrid, 1916) y Aun hay sol (Madrid, 1925).

Bernardo Sandoval y Rojas (Biog.)

Cardenal español, tío del duque de Lerma, que vivió a fines del siglo XVI y principios del XVII. Por influencia de su sobrino ocupó elevados cargos, entre ellos el de Inquisidor General, que desempeñó con un rigor extraordinario. Fue hombre de cultura, protegió a Cervantes y había sido discípulo del cardenal Morales, cuyo epitafio compuso. Desempeñó también el arzobispado de Toledo y dejó varios trabajos que se conservan manuscritos, a saber: Consejos a D. Gonzalo Chachón, su sobrino; Parecer sobre separar los hombres de las mujeres en las iglesias; Documentos a su sobrino el duque de Lerma, y Sentencias que solía decir, recopiladas por un criado suyo.

Cristóbal Sandoval y Rojas (Biog.)

Político español, duque de Uceda, hijo del duque de Lerma, muerto en Alcalá de Henares el 31 de mayo de 1624. Su padre, deseando acrecentar su poder y creyendo que el mejor medio de conseguirlo era repartir los principales cargos entre individuos de su familia, le introdujo en palacio y le fue iniciando en todos los asuntos del Gobierno, hasta pode substituirle en ausencias y enfermedades. El joven duque, olvidando, no ya solo el respeto y consideraciones paternales, sino aun el que todo lo que era se lo debía al autor de sus días, no tuvo reparo en aliarse al padre Aliaga, que también debía su encumbramiento al duque de Lerma, para perder al primer ministro, y en esta tarea les ayudó poderosamente Gaspar de Guzmán, que después debía volverse contra el que a la sazón fingía ayudar. Las relaciones entre padre e hijo se habían enfriado de tal modo que casi no se dirigían la palabra, como no fuese para recriminarse mutuamente. Después de la caída de su padre, le sucedió en el favor del rey, pero su privanza fue corta y aun no completa, pues el conde-duque de Olivares le iba minando poco a poco el terreno. menos inteligente aun que su padre, su gobierno fue pésimo y, desde el punto de vista personal, no gozó un momento de tranquilidad. Con la muerte de Felipe III vino el consiguiente cambio de política y el duque de Uceda recibió el mismo trato que su padre, siendo destituido y desterrado a Uceda. Al poco tiempo se le formó proceso y se le condenó a una fuerte multa y a la pena de destierro. No obstante, más tarde fue indultado y se el nombró virrey de Cataluña, pero renovado el proceso, se le envió preso a Alcalá de Henares, donde murió.

Francisco Sandoval y Rojas (Biog.)

Cardenal y político español, marqués de Denia y primer duque de Lerma (1552-1623). Era hijo de Francisco de Sandoval, marqués de Denia y tercer conde de Lerma. En los tiempos de Felipe II fue paje de los príncipes y después caballerizo mayor del príncipe heredero y, al ser este proclamado rey con el nombre de Felipe III, vióse elevado a los más importantes puestos, en parte por indolencia del nuevo monarca y, en parte, por el ascendiente que sobre él había conseguido. De gran ambición y no menor codicia, era, en cambio, hombre de escasas cultura e inteligencia y carecía en absoluto de escrúpulos, siéndole imputable la decadencia que se inició en el reino en sus tiempos. Aprovechando la debilidad del rey y la confianza que había sabido inspirarle, comenzó a prescindir de ciertas formalidades, no tanto por simplificar la administración como porque ello le permitía manejarse más a sus anchas. No bastándole los pesados tributos que impuso al pueblo, vendía los cargos públicos y las dignidades, y como las personas que así adquirieron los empleos les había costado su dinero, se creían después en el caso de recuperarlos por todos los medios, lo que no se les privaba, mientras lo partiesen con el ministro. Este estaba siempre pensando en nuevas combinaciones que aumentasen sus ingresos y acudía a los más caprichosos arbitrios. El traslado de la corte de Madrid a Valladolid no obedeció más que a una de estas combinaciones, pues se cuenta que recibió una gruesa suma de los propietarios de la ciudad castellana para que la declarase residencia oficial del rey y del Gobierno. Años más tarde volvió a trasladar la corte a Madrid, lo que también le valió un aumento notable de sus ya fabulosas riquezas. Encumbró al célebre Rodrigo Calderón, aunque tuvo buen cuidado de no dejarlo llegar hasta el rey, y cometió, en fin, tantos desmanes, que ya se murmuraba en público contra el ministro y sus adeptos. Esto, unido a su desgraciada política (ver Felipe III), aumentó de tal modo el descontento, que se creyó obligado a constituir una especie de Consejo, pero como este estaba compuesto de personas adicta a él, las cosas no variaron en lo más mínimo, como puede comprenderse. Esta inmoralidad en las esferas gubernamentales tuvo su consecuencia lógica en la corrupción del pueblo que, viéndose robado y desatendido en sus justas reclamaciones, no se recató ya en sus críticas y denuestos contra el poderoso favorito. No se sabe si por iniciativa de este o bien del rey, hasta el cual llegaron por fin los clamores de los descontentos, se decidió castigar a los funcionarios venales. Consecuencia de ello fue desposeer de sus bienes y condenar a diversas penas al consejero de Hacienda, conde de Villalonga y de Villafranqueza; a Alfonso Ramírez de Prado, también del Consejo de Hacienda y a otros menos significados. A esta siguieron otras medidas encaminadas a moralizar las costumbres y a contener el lujo creciente. Pero este tardío rigor, si no le devolvió la simpatía del pueblo, le malquistó, en cambio, con muchos de los que había favorecido, y en el propio palacio se tramó una conjura contra él, de la que era el alma su hijo el duque de Uceda, poderosamente auxiliado por Gaspar de Guzmán, el famoso conde-duque de Olivares, que tan brillante papel había de representar después. El de Lerma buscó apoyo en su yerno y sobrino, el conde de Lemos, de mayor cultura y rectitud que la mayoría de los hombres que le rodeaban, pero se cansó pronto el de Lemos, de las intrigas palaciegas y se retiró a su casa. Quedose otra vez solo Sandoval contra todos sus enemigos, cada vez en mayor número y, a fin de evitar su caída, que ya veía próxima, consiguió que el papa Paulo V le concediese el capelo cardenalicio, creyendo que esta dignidad, dados los religiosos sentimientos del monarca, le haría recuperar la perdida influencia. No fue así, sin embargo, y un día recibió una carta del rey, escrita en todo respetuoso y casi afectuoso, pero en que le decía que en atención a sus muchos años de servicios y a que después de ello le creía acreedor al descanso, le concedía el permiso para retirarse a Lerma o a Valladolid. Sandoval recibió la noticia de su desgracia con resignación y fue a despedirse del monarca, que le abrazó conmovido, pero no revocó su orden, lo cual, probablemente, ya no dependía de él. El duque se retiró a sus posesiones de Lerma (1618), dejando en el poder a su hijo, el duque de Uceda, que era el que más había trabajado para derribarle. Al principio, vivió tranquilo en su retiro, pero a la muerte de Felipe III (1621) y al ser nombrado primer ministro el conde-duque de Olivares, este se creyó en el caso de abrir proceso contra los principales hombres de la antigua Administración. De ellos, Rodrigo de Calderón acabó sus días en el patíbulo y el duque de Lerma fue desterrado a Tordesillas y condenado a pagar una cuantiosa indemnización, ya que, a causa de su dignidad eclesiástica, no se le pudo infligir otra pena. Fue tal el disgusto del duque, que murió él a los pocos días. En la Biblioteca Nacional se conservan varios manuscritos relacionados con los diversos episodios de su vida pública.

Juan Sandoval y Zapata (Biog.)

Agustino español, de los siglos XVI y XVII, nacido en Méjico. Profesó en el convento de su patria en 1590 y, acabada con lucimiento la carrera eclesiástica, leyó en la universidad mejicana en 1600. Luego se afilió a la provincia de Castilla y vino a España en 1602, hasta 1614 en que regresó a América, ya nombrado obispo de Chiapa. Desde 1621 al 9 de enero de 1630, gobernó la mitra de Guatemala. Tanto en esta última diócesis como en Chiapa, ejerció los oficios de apostólico pastor y defensor de las inmunidades eclesiásticas, gobernando con paz y dulzura a sus súbditos. Obras: Curso de filosofía, manuscritos: De iustitia distributiva et acceptione personarum ei opposita (Valladolid, 1600). En esta obra sostiene Sandoval que los cargos eclesiásticos y los empleos civiles de Indias deben darse a los naturales, y también defiende la perpetuidad de las encomiendas concedidas a los españoles conquistadores; Commentaria in Primam Partem S. Thomae (Valladolid, 1611); es dudoso que se imprimiera esta otra; Disputatio circa fidei professionem et iuramentum fidelitatis ab episcopo translato per procuratorem praestandum (Méjico, 1623); Cartas e Informes, manuscritos.

Sandovales (Geog.)

Rancho de Méjico. Estado de Zacatecas, partido y municipio de Nochixtlán. Unos 350 habitantes.

 

 

página creada el 16/01/2018